domingo, 31 de mayo de 2009

REQUIEM FOR ME

Así es. Lo he descubierto, y ninguno de ustedes, maléficos engendros de mi imaginación, será capaz de convencerme de lo contrario. Podrán decirme que son mis amigos, mis padres, mi hermano, mi familia entera. No les voy a creer.

Hoy me he dado cuenta de lo que pasa. Ustedes no existen así como yo tampoco existo en realidad. Todos y cada uno de ustedes no son más que proyecciones de mis rezagos mentales. Son todo lo que deseo pero que ya no tengo. Son todo lo que deje y que ya no recuperare.

¿Cómo me di cuenta? Fue difícil. No es como un sueño normal en los que puedes volar, aparecer en un sitio de un momento a otro, ser alguien y después otro. Por algún extraño motivo seguí como si nada hubiera pasado. Las leyes de la física siguen rigiéndome. Sigo envejeciendo, o eso creo. En realidad no estoy seguro de cuantos años tengo en realidad. Tendría unos 21 pero no sé si el tiempo se comporte igual. Llevo una vida normal. No sé en qué momento llegue aquí, así que no se cuanto tiempo llevan engañándome.

Me di cuenta porque no hay otra razón para sentir lo que estoy sintiendo. Hay algo que no encaja, un vacio, un porqué sin respuesta, un sinsentido que no alcanzaba a comprender. Sin embargo, y en parte gracias a ustedes, me negaba a rendirme. En algún momento todo volvería a estar en su lugar y el vacio desaparecería. Hablaba con ustedes sin saber que lo hacía conmigo mismo. Los veía y seguían siendo los mismos, llevando una vida normal. Pasaba horas y horas jugando, hablando, esperando la última clase del día para poder estar con ustedes. Luego, al llegar a casa, ahí estaba mi mamá como todos los días, me daba de comer mientras veía sus novelas; mientras tanto, mi hermano tocaba su guitarra en su habitación y mi papá leía una revista en su cama. Como les decía, todo transcurría normalmente. Sin embargo, esa normalidad no es más que una rutina acomodada por una u otra alteración de mis recuerdos, la cual modificaba cada día como si fuera uno nuevo, cuando en realidad era el mismo pero fabricado de distinta manera. El día en el que uno de ustedes no aparecía era porque no lo recordaba. Así ha estado jugando mi cerebro conmigo.

Dirán que he perdido la razón. Claro, debo convencerme a mí mismo de que lo que está mal son mis actuales pensamientos y no la realidad ficticia que ha creado mi cerebro. Trataran de convencerme como parte de mis pensamientos que son, pero no seguiré cayendo en sus engaños. No más. Ha llegado el momento de salir de aquí.

Sé que no estoy vivo, al menos en la manera tradicional. Pero tampoco estoy muerto. Y no estoy muerto porque de ser así no estaría “viviendo” lo que ahora estoy viviendo, a menos que haya reencarnado pero como mantengo una vida continua y no he cambiado de ser, la reencarnación no es una opción muy plausible. Por tanto, la única opción es que estoy en un coma, natural o inducido, en el cual estoy experimentando una continuación de mi vida sin estarla viviendo en realidad. Esta idea esta reforzada en que la fantasía que mantiene a mi cerebro en marcha, aunque las maquinas indiquen lo contrario, puede estar enriquecida por diversos medicamentos que estimulan mi imaginación y hacen más vívidos mis recuerdos.

Así es. Ya lo sé. Ya sé que nada de esto es real. Ya sé que es posible que este postrado en una cama, viviendo gracias a un montón de maquinas, si es que a eso se le llama vivir. Sin embargo, el sólo hecho de saberlo no me ha ayudado a despertar. Me llevo mucho convencerme de que esto no es real, y aun cuando lo logré no pude despertar. Así pues, si después de darme cuenta de la verdad no logre volver, es obvio que no lo lograré jamás. Pero tampoco hay manera de que ustedes sepan allá afuera que es lo que pasa en mi cabeza. No puedo convencerlos de dejarme ir de una vez por todas, y no los culpo por eso.

A ustedes les puede parecer terrible el hecho de no saber qué hacer conmigo, y prefieren mantener sus esperanzas a aceptar que la vida que ahora poseo no es tal cosa. A mí, hasta hace poco no me habría interesado mucho. Creí seguir viviendo y todo estaba bien. Pero ahora que conozco la verdad, ¿No creen que es peor estar atrapado en un sueño sin retorno?

La verdad no me agrada mucho eso de aparentar una vida normal cuando todo lo que tengo es una fantasía ideada por mí mismo. Aunque tengo sus representaciones en mi mente, en el fondo sabré que no estoy hablando con mis amigos o mi familia, sino conmigo mismo en otra envoltura. Estoy solo, atrapado en un laberinto sin salida. Mi cabeza es mi Creta, y está en mis manos ser el minotauro o ser Teseo. Creo que ya habrán adivinado cual es mi decisión.

No estoy dispuesto a vivir una mentira. Y ya que ustedes no pueden ayudarme a salir de ahí, será mi propia mano la que me dé la libertad. Nunca probé antes a morir en un sueño así que no se qué pasará. Es probable que despierte olvidándolo todo y vuelva a convivir con mis demonios y mis fantasías. Es posible que abandone mi existencia tanto aquí como allá con ustedes. No lo sé, pero prefiero esas opciones a engañarme a mí mismo.

Si sé que ustedes no son reales y que en realidad me estoy escribiendo esta carta a mí mismo, se preguntaran el por qué la hago. Digamos que ya que no pude despedirme de ustedes en la realidad, me sentiría mejor conmigo mismo haciéndolo al menos en mi fantasía. Espero que me perdonen por no hacerlo personalmente, pero también espero que, así como sus recuerdos me permiten despedirme, mi recuerdo pueda estar en sus memorias para que ustedes hagan lo mismo.

No siendo más. Au revoir.

lunes, 11 de mayo de 2009

CRITICA AL AMOR PURO


(No, no tiene nada que ver con la "Critica de la Razón Pura")

Hace unos días me encontraba con unos amigos tomando en la casa de uno de ellos. Estábamos oyendo música y pusieron la canción "la conciencia" del señor Gilberto Santarosa. Con algo de alcohol en la cabeza y poniéndole cuidado a la letra por primera vez, dije que ese man era un idiota por no hacerle caso a la razón.

Aunque no me retracte de lo dicho, sí debo hacer una salvedad. Considero que la embarre al emitir dicho juicio por dos razones:

- Yo también me he encontrado en esa dicotomía amor/razón y en esos momentos no me ha parecido tan idiota el asunto.
- El señor no le hace caso es a la conciencia, no a la razón; aunque la conciencia lo insta a usar la razón.

Sin embargo, creo que he encontrado una argumentación válida para mostrar que se le debe hacer caso a la razón y no al amor. Pero primero que todo trataré de dar a entender los conceptos que serán usados.

Uso el término razón porque no sé en que sentido el señor Santarosa entiende el término conciencia, pero hace una distinción de ésta con la razón. Por tanto, conciencia y razón son cosas distintas para él. Me inclino por el uso de razón porque, aunque tampoco sé a ciencia cierta que es, puedo realizar un esbozo de lo que creo que es.

Entiendo razón como el uso de las facultades mentales del hombre para crear ideas , discernir acerca de las mismas y entender el mundo que lo rodea. Es decir, la razón es el medio por el cual el hombre entiende el mundo (o lo poco que pueda entender de éste) que lo rodea y, para nuestro caso particular, es el medio que tiene el hombre para debatir sus ideas, sentimientos, afecciones, etc. y así, escoger una que considere adecuada gracias a su razonamiento. Cabe aclarar que la razón es exclusiva del hombre (como especie, claro está. No soy machista) y, por tanto, lo distingue de los animales. Éstos últimos son pasionales y se dejan llevar por sus deseos.

En cuanto al amor es algo mas difícil puesto que no tengo la menor idea de lo que es; y me atrevería a decir que nadie sabe lo que esa cosa es. Sin embargo, lo consideraré como una afección que produce una persona en otra. Dicha afección tiene ciertas repercusiones en la persona que la recibe causando en ella sentimientos, sensaciones, comportamientos, etc. que le inducen cierto grado de atracción hacia la persona que causó tal afección. Parece una definición muy vaga, pero la concepción generalizada de la gente con respecto al amor es igual o incluso mucho mas vaga que la mía; así que me quedare con la mía.

Ahora, al ser el amor una afección, es suceptible de ser confundido con otras afecciones; por ejemplo, puede ser confundido con pasión, deseo, obsesión, capricho, o cualquier otra cosa que nos haga sentir interés en otra persona. En efecto, podemos admirar a una persona por sus capacidades físicas, mentales, artísticas, etc. apasionándonos por sus habilidades y llegando a sentir un cierto tipo de atracción que puede ser confundido con amor. Igual sucede con el deseo, la obsesión o el capricho. Hay quienes equiparan estas afecciones con el amor, o las hacen aparecer como inseparables del amor. La inseparabilidad es trivial para nuestro caso excepto en el caso de la razón que es a lo que pretendo llegar. El equiparar el amor con estas otras afecciones seria como decir que el amor es sólo pasión o sólo deseo, dejando de lado muchas más cosas. Por tanto, para poder hablar de amor se debe estar seguro de no estarlo confundiendo con ninguna otra cosa, y ésto no se puede lograr desde el amor mismo ya que no nos brinda ninguna herramienta para conseguirlo; es decir, no se puede usar el amor para demostrar que es amor, se necesita algo más que estar enamorado para verificar que dicho amor es amor y no otra cosa.


Así pues, la herramienta que se nos presenta para poder hacer tal distinción es la razón. Concedo que a punta de razón no vamos a estar completamente seguros de lo que sentimos y mucho menos estaremos seguros de no sufrir; sin embargo, la posibilidad de equivocación sí se puede reducir mucho usando la razón. Por un lado, si lo que sentimos no resulta ser en realidad amor es bastante posible que nos desilusionemos y terminemos sufriendo (por dar solo un ejemplo de lo que puede suceder en caso de que no sea amor); por otra parte, si por una coincidencia resulta que sí es amor pero la persona hacia la cual lo sentimos no es apropiada igual terminaremos sufriendo. Al hacer uso de la razón podemos salvar estos obstáculos sin necesidad de aprender a los golpes, o al menos sin tantos golpes.

¿Cómo nos ayuda la razón en los casos antes descritos? Al evaluar las causas por las cuales nos enamoramos de una persona, usando la razón y no el enamoramiento (es decir, hablando objetivamente y no haciendo eco de las cursilerías que se nos ocurren), podemos averiguar si es amor o es otra cosa. Pero si no sabemos en realidad qué es el amor ¿Cómo distinguimos por medio de la razón? No podemos, pero podemos acercarnos a lo que NO es amor y así descartar opciones que pueden resultar nocivas (Por ejemplo, si sentimos una atracción puramente sexual hacia una persona por su físico). Por otra parte, supongamos que sentimos amor por una persona pero sabemos que es bastante infiel. Por medio de la razón podemos descartar una relación con dicha persona sabiendo de antemano que sufriremos; si nos basáramos solo en el amor entablaríamos una relación (puesto que estamos enamorados) y, a menos que un suceso extraordinario hiciera cambiar los hábitos de esa persona, nos encaminaríamos a un sufrimiento seguro.

Por tanto, concedo que no nos podemos valer únicamente de la razón en la consecución de una relación amorosa puesto que el sentimiento es necesario, pero sí debemos hacerle caso únicamente a la razón y no pensar con el corazón ya que este órgano no se hizo con este fin. Si no le hacemos caso a la razón estamos jugando a una ruleta rusa de la cual podemos salir muy afectados.

domingo, 3 de mayo de 2009

MI FICHA TÉCNICA

  • Nombre Genérico: Maldito Desgraciado (MD).
  • Contenido Neto: 21 gramos/1450 gramos.*
  • Ingredientes: Sarcasmo(12g/1000g), Prepotencia(4g/220g), Orgullo(4g/220g), Amabilidad(1g/10g). **
  • Dosis: La más recomendable es cero(0). Si ya empezó a usar el producto se recomienda una(1) dosis cada 48 horas.
  • Precauciones: No administrar a personas con baja autoestima, hipersensibilidad ni menores de 20 años. No usar si se teme a una aparente realidad que pueda distorsionar sus conductas o pensamientos actuales.
  • Contraindicaciones y advertencias: Puede provocar depresión, falta de sueño, episodios de euforia, rabia y odios generalizados.
  • Sobredosis: En caso de sobredosis consulte a su psicólogo o a su proveedor de armamento.

FABRICADO POR: YOUR BEST NIGHTMARE, EN ASOCIO CON LA SOCIEDAD VIGENTE.


*La medida a tener en cuenta depende de la espiritualidad del usuario.
**Las cantidades están expresadas en ambos tipos de medida.